sábado, 26 de febrero de 2011

Raqueros


Aqui los tenemos por los simpaticos chavalines que se tiraban al agua en Puerto Chico en pos de las monedas que les arrojaban. Pero en el resto del mundo tienen una connotación más chunga y muy relacionada con los faros: eran unos elementos que se dedicaban a provocar naufragios y saquear los restos.
Hacian hogueras simulando faros, o soltaban vacas con luces en los cuernos para asemejar otros barcos y confundir a los incautos navegantes a los que en caso de arribar a la costa solian pasar a cuchillo.


Dice la leyenda que en la Bretaña francesa, en la "cote de naufrageurs"-, unos raqueros que solian atar antorchas en los cuernos de unas vacas, y pasearlas por el acantilado para equivocar a los marineros y que chocaran con las rocas. A continuación, los naufrageurs degollaban a lo ocupantes del barco, y se hacían con sus cargas.Todo este negocio debió de ir muy bien hasta que dieron en hacer lo propio con un barco llamado el "Mary-Morgane", cuya tripulación estaba compuesta al completo por naturales del mismo lugar que los naufrageurs. Según cuentan, no se percataron de ello hasta el día siguiente.Dice la leyenda que las viudas y las madres de los marineros de la Mary-Morgane, cuando se dieron cuenta del crimen, crucificaron a los seis Naufrageurs sobre los menhires del vecino Guénoc, y les dejaron morir allá, para que las aves comieran sus restos sin recibir ninguna sepultura.


Alfonso X el sabio se ocupo de los raqueros en sus Partidas: "Pescadores é otros omes de aquellos que usan á pescar, é á ser cerca la ribera de la mar, facen sennales de fuego de noche engannosamente en logares peligrosos á los que andan navegando, é cuidan que es el puerto allí; ó las facen con entencion de los engañar que vengan á la lumbre, ó fieran los navios en penna, o en logar peligroso é se quebranten, porque puedan furtar é robar algo de lo que traen; é porque tenemos que estos atales facen muy mal, si acaesciese quel navio se quebrantase por tal enganno como éste, é pudiere ser provocado, é quales fueron los que lo ficieron; mandamos: que todo quanto furtaron o robaron de los bienes que en el navio venian, que lo pechen quatro doblado si les fuere demandado por juicio; é si fasta un anno no demandasen, dende adelante peche otro tanto quanto fue lo que tomaron: é si por ventura acaesciese que ellos non lo robasen, más que se perdiese; devenles pechar todo quanto perdieron é menoscabaron por esta razon. E aun demás desto mandamos: que el judgador del logar ante quien fuere esto provado, les faga escarmiento en los cuerpos, segund entendiere que merescen por la maldad é el enganno que ficieron".

Naufragio del Associatión


Tempestades, vientos, mareas, rocas y buques enemigos han sido los peligros de los mares desde que el hombre empezara a surcar sus aguas hace más de nueve mil años, pero de entre todos los riesgos que tuvieron que afrontar los navegantes hasta el siglo xix ninguno era tan temido y odiado como los terribles raqueros, hombres y mujeres que vivían en aldeas costeras y que redondeaban sus ingresos tendiendo trampas a los barcos que pasaban junto a sus costas para saquearlos.
En el siglo xviii, las costas meridional y oriental de Gran Bretaña, desde el cabo Cornualles hasta el de Wrath, en el norte de Escocia, fueron una de las guaridas de raqueros más importantes, así como la costa occidental de Irlanda, en que la población de aldeas enteras desafiaba la ley saqueando los barcos que naufragaban. Al otro lado del Atlántico, los habitantes de Nueva Escocia y Nueva Inglaterra también ejercían esta actividad, e inspiraron una de las leyendas más perdurables del mar, la del Palatine.
Según la tradición, la noche del 27 de diciembre de 1738 este barco fue atraído hacia los arrecifes de la costa occidental de la
Un grupo de rescate de la armada británica observa los arrecifes de Gilstone, en las islas Scilly, donde naufragó el Association, cargado de riquezas, en 1707. El buque se encuentra a unos veinte metros de la superficie, entre las rocas, en una zona en la que docenas de navíos han encontrado su fatal destino. isla de Block, cerca de la de Rhode, por los faros de unos raqueros que después de robar el cargamento del buque le prendieron fuego.
En los casos más inofensivos, los raqueros se conformaban con recoger lo que quedaba en las playas, aprovechándose de una forma bastante macabra de las desgracias que recaían sobre los barcos que pasaban junto a las costas en que ellos vivían. Pero muchos de ellos participaban activamente en los acontecimientos, apagando o moviendo las luces de aviso o utilizando lo que se denominaba «faros de Judas», unas linternas que se colgaban por la noche del cuello de animales que pastaban para confundir a los navegantes incautos.
Entre las hazañas más destacadas de los raqueros se cuenta el saqueo del Gossamer, clíper que llevaba un cargamento de té, cuando navegaba frente a las costas de Chivelstone, en Devon (Inglaterra), en diciembre de 1868. Cuando se dirigía a Adelaide, sufrió el embate de una tormenta en el canal de la Mancha, y como además el piloto estaba borracho, circunstancia que se descubrió más adelante, se acercó demasiado a la orilla y se estrelló contra las rocas. Antes de que llegaran la policía y la guardia costera, los raqueros de la zona habían despojado al barco de la mayor parte de su cargamento.
El naufragio del “Association”
Los raqueros también desempeñaron un papel terrible en la pérdida del Association y otros cuatro buques de la flota británica del Mediterráneo frente a las costas de las islas Scilly en octubre de 1707. La flota, al mando del almirante sir Cloudesley Shovell, Varias monedas que forman parte del teso rescatado del Association con un valor apromado de un millón de dólan Aún no se ha encontrado el resto, que ascendeji a casi el doble. Quizá 1 robaron hace años los habitantes de las islas Scily o buzos provisto del correspondiente permiso en época más reciente. También es posible que continúe el fondo del mar.transportaba lingotes de oro y plata por valor de tres millones de dólares. A pesar de la advertencia de un marinero, que fue colgado del palo mayor por insubordinación, Shovell estaba convencido de que se encontraban cerca de Bretaña y no de la Outer Gilstone Rock, una zona de arrecifes en la que muchos otros buques habían sido víctimas de los raqueros. Los cinco navíos zozobraron. Se cree que Shovell logró llegar a tierra, pero que unas mujeres le descubrieron en la costa y lo estrangularon para robarle sus joyas.
Lo que le ocurrió al Association a continuación es una historia de misterio y problemas burocráticos. En un mapa fechado en 1740, los arrecifes en los que naufragó este buque se denominan Rocas de Shovell, pero posteriormente cambiaron el nombre quizá los propios habitantes de la región, deseosos de ocultar la situación exacta del lugar en que había ocurrido el naufragio y de apoderarse de las riquezas que albergaba el navío. También es posibleque fuera la poderosa familia Godolphin, dueña y señora de las islas Scilly desde 1571, la que ordenara el cambio de nombre y destruyera las pruebas para apropiarse de las riquezas y no tener que entregárselas a la corona británica.
Rescate a repartir entre todos
En 1967, un grupo de submarinistas de la Armada Real —propietarios titulares del Association y su cargamento— localizaron el navío hundido, pero las operaciones de rescate submarino se encontraban aún en pañales y no se habían dictado normas sobre el método a seguir para llevarlas a cabo. Desde el principio se dio mucha publicidad a los hallazgos, entre los que había monedas de oro y plata y cañones de bronce. Además del de la Armada Real, se había concedido permiso a otros dos grupos para investigar los restos del navío.
Otros buscadores de tesoros no fueron tan escrupulosos en el cumplimiento de las normas, y en un momento dado resultó que había no menos de cinco grupos intentando rescatar el Association, además de una población cambiante de buzos por cuenta propia que guardaban lealtad a uno u otro grupo según les conviniera o que actuaban independientemente. Pocos se molestaron en declarar sus hallazgos, a sabiendas de que, si lo hacían, la corona británica reclamaría al menos una parte de su valor. Según cálculos fidedignos, las riquezas que se recuperaron ascendían a casi un millón de dólares, o aproximadamente un tercio del cargamento original, y en su mayor parte fueron a parar a manos de particulares. Eso significa que aún podrían quedar unos dos millones de dólares en los alrededores de Gilstone Rock, pero nadie sabe de cuánto se habrán apoderado los raqueros en los últimos doscientos cincuenta años bien sea actuando por cuenta propia o por la de sus amos, los Godolphin.
 


viernes, 25 de febrero de 2011

Raqueros

EL NAUFRAGIO DEL "ADELAIDE" EN LAXE

En mis cosas voy a relatar un naufragio "extraño"de los cientos que se producen en esta costa,!a costa da morte!estamos en el año 1850,era el mes de diciembre.En las costas de un pueblecito marinero con el nombre de Laxe se desarrolla una espantosa "galerna" este pueblo está situado en plena costa da morte,estamos en pleno invierno,eran las ocho y media de la nonche del 19 de diciembre de 1850,en medio de un fortísimo temporal,por cierto típicos en esos meses y en esta costa, una goleta o bricbarca de tres palos de nombre "Adelaide" de 282 toneladas lucha por mantenerse a flote en medio de ese temporal ,viene del puerto de Bristol, su destino,la Antillas ocidentales,antes recalara en Cardiff para recoger un cargamento de antracita inglesa,en el barco viajan 17 personas entre tripulación y pasaje,el capitan se llama Wilian Dovell,como hemos dicho anteriormente el barco lucha en medio de unas olas enormes y en plena tormenta con gran aparato electrico,el capitán guiado por unas luces ,(en esa época no habia faros en esa zona)embarranca en la ensenada de Laxe en un pequeño acantilado,una enorme ola hunde la goleta en segundos y se desencadena la tragedia,mueren todos,solo se salva el capitán,su mujer y su hijo de 12 años mueren ahogados,segun dicen los lugareños sus cadaveres aparecieron abrazados en un lugar de la playa llamado Punta do Cabalo,la tumba de la madre y hijo todavía existe,está en un huerto cerrado,aquí empieza lo extraño del naufragio,como es posible,conociendo la terrible costa,llena de arrecifes con corrientes traidoras el barco en plena noche se dirigiera a Laxe,dicen que atraido por unas luces,pues como hemos dicho antes no había faros en esa zona,pues señores aquí empieza la leyenda,que para mí particularmente es eso una leyenda,pero lo cuento.
Pero antes del relato, la vida del principal protagonista,el "capitán" Willian Dowel;nacio en un pueblecito al oeste de inglaterra en la zona de Parracombe llamado Devon el 30 de octubre de 1806,su señora Frances Quarty nació en un pueblo vecino en el año 1803 llamado Molland,segun se cree,la esposa del capitan y su hijo de 12 años embarcaron por que el hijo tenia una enfermedad pulmonar y en aquella época los médicos recomendaban un viaje por mar,la fatalidad terminó en tragedia con la muerte de madre e hijo en el naufragio del Adelaide.
Existe en un lapida o memorial en Inglaterra,es una placa típica de la iglesia anglicana,está en la iglesia de Santa Maria la Virgen en el pueblo de Devon,está hecha de marmol blanco,en la misma figuran los nombres de de la esposa e hijo del capitan asi como de la tripulación asi como un escueto relato del naufragio del Adelaide.

En la foto la placa o memorial.

La historia o leyenda tradicional,o sea de boca en boca dice que el Adelaide era un buque mixto de vela y bapor,hacia un viaje hacia las Antillas Ocidentales,en el viajaba un agente del gobierno británico en misión secreta,el era el encargado de custodiar un cargamento oculto en el barco y por supuesto sin declarar, el mismo,el cargamento estaba compuesto por armas y municiones,pero sobre todo un cofre lleno de monedas de oro para hacer ciertos pagos en las Antillas ocidentales,el barco ya venía con muy dura travesía,algunos lores britanicos traidores avisan a los nobles locales,estos a su vez se lo comunican a los "raqueros"si no lo saben,piratas de tierra,estos,los raqueros,utilizan el truco habitual,sacan las bestias"os bois"y le atan en la cornamenta unos faroles siendo de noche y desde el mar lo que parecen es otra cosa,para el capitan del barco un puerto seguro lleno de barcos balanceandose suavemente,como hemos dicho antes el capitán del Adelaide Gillermo Dovell muerde el anzuelo y entra en la esenada de Laxe en pleno temporal embarrancando y chocando contra un arrezife,una ola enorme consume la tragedia hundiendo el barco muriendo casi todos los tripulantes,solo se salvan el agente secreto y el capitán,el agente secreto portando el cofre de oro consigue llegar a tierra,el lugar se llama "Punta do Cabalo",allí lo estaban esperando los "raqueros",estos encuentran al agente escondido en un cobertizo situado en la parte oriental de la playa,lo degüellan quedándose con el oro,al amanecer el capitán Gillermo Dovell mira desesperado la playa,esta toda llena de cadáveres entre ellos la de su mujer y su hijo,en total trece ahogados,el capitán manda hacer una tumba para su mujer y hijo en el cementerio de la iglesia el cual se opone el cura por no ser católicos,finalmente consige que un ciudadano llamado Manuel Cañizas Figueroa propietario de un terreno colindante con la iglesia le ceda el mismo para la tumba en la cual entierra a su mujer e hijo,al lado entierra al agente,la tumba a un se conserva,los otros cadaveres fueron enterrados en un lugar llamado "Cabo da Area".

wreckers’

martes, 22 de febrero de 2011

William Cook of Plymouth

Antique Watercolou of Wreckers on the North Cornwall Coast by William Cook of Plymouth

The Wreckers (from Padstow) on The North Cornwall Coast

Subject: North Cornwall Coast

Medium: Watercolour dated 1874
Size: 400 x 626mm,15.75 x 24.5"

the Wreckers

A NOSA TERRA dous irmáns facendo banda deseñada

Páxina de 'O Burato do Inferno'

Dous irmáns facendo banda deseñada
Ramón Trigo é un narrador de imaxes, que se atopa igual de cómodo tanto na ilustración coma na banda deseñada. “O que me interesa cando traballo nun proxecto no que teño que narrar unha historia con imaxes é atopar a linguaxe máis apropiada para ese proxecto en concreto”. Dos últimos libros ilustrados por Ramón figuran O pirata pata de lata, Capitán inverno, Aníbal quere encoller, Santos e defuntos O pintor do sombreiro de malvas, entre outros. Asemade, a traxectoria artística de Ramón está recoñecida co galardón Eixo Atlántico de Pintura e o Premio Internacional de Álbum Ilustrado Cidade de Alacante.
A súa andaina como debuxante de cómics comeza na década do 1990 co álbum Remolcamadriña ( I, 1997 e II, 2001) e Fume (1999, Premio Deputación de Cuenca). O grafismo viñeístico continuaría co relato breve autoconclusivo Vitapakouras (2005) en BD Banda nº6, Historias dos nenos sobrenaturais(2007) e O Burato do Inferno, que será o primeiro que realiza xunto o seu irmán Xosé Manuel como guionista e sae publicado. Ramón Trigo pensa que “non hai máis que achegarse ás librarías especializadas para decatarse que estamos nun moi bo momento creativo en Galiza. Con máis autores ca nunca no mercado e cunha calidade que xa están apreciando fóra”.
Xuntos tamén asinaron no 2009 o proxecto Kartoffel –pataca en alemán– finalista no Premio Castelao dese ano, que estaba prácticamente rematado. “Pero tras o certame –recoñece Ramón– revisamos a historia e decidimos desenvolver máis algún dos personaxes. Agora estamos a traballar nel e pensamos que será o próximo que saquemos”. Nas páxinas de Kartoffel fluirán submarinos nazis e o contrabando do wolframio. Será “unha historia –apunta Xosé Manuel– sobre a traizón, o valor e a honestidade que transcorre na posguerra. Recorda a connivencia do rexime franquista e a Alemaña nazi. Está ambientada nas minas do wolfram e na ría de Vigo durante a II Guerra Mundial”.

lunes, 21 de febrero de 2011

ARTHUR RIMBAUD



Urbano Lugris























El barco ebrio 


 Arthur Rimbaud


Al tiempo que bajaba por ríos impasibles,
Sentí que no me guiaban los hombres a la sirga:
Aullantes pieles rojas, tomándolos por blanco,
Los clavaron desnudos en postes de colores.

Portador de algodón inglés, trigo de Flandes,
Sin pena me tenían todos los tripulantes.
Cuando acabó aquel ruido a la par que mis hombres,
Me dejaron los Ríos marchar adonde quise.

Entre los chapoteos de la mar encrespada,
Yo, el invierno pasado, más sordo que el cerebro
De los niños… ¡bogaba! Penislas a la vela
Nunca experimentaron barullos más triunfantes.

La tempestad bendijo mi despertar marino.
Más ligero que un corcho bailé sobre las olas
(Eternas trajineras de víctimas las llaman),
¡Sin añorar, diez noches, a las bobas farolas!

Más dulce que manzanas agrillas para un niño,
Impregnó el agua verde mi cascarón de abeto
Y me lavó las manchas de tintorros y vómitos,
Dispersando el timón y el áncora de brazos.

Y desde entonces bogo inmerso en el Poema
De la mar, infundida de astros, lactescente,
Tragando verdes cielos por donde a veces baja,
Cuerpo arrobado y pálido, un muerto pensativo;

Donde, tiñendo súbitos azules, desvaríos
Y ritmos lentos bajo el rutilante día,
Más fuertes que el alcohol y más que nuestras liras,
¡Fermentan las amargas rojuras del amor!

Sé de cielos que rompen en rayos, y de trombas,
Resacas y corrientes; sé también del ocaso,
Del alba entusiasmada cual tribu de palomas,
¡He visto varias veces lo que ver cree el hombre!

¡Vi al sol poniente, sucio de místicos horrores,
Iluminando vastos coágulos violetas,
Y lejos, cual actrices de antiquísimos dramas,
Olas rodando al paso su temblor de postigos!

¡Soñé la verde noche de nieves deslumbradas,
Beso que asciende lento hasta los ojos mismos
Del mar, circulación de savias inauditas,
Y aviso azul y gualda de los cantantes fósforos!

¡He seguido por meses, como a piaras histéricas,
Embates de mareas contra los arrecifes,
Sin pensar que los pies de luz de las Marías
Domar pudieran morros asmáticos de Océanos!

¡Creánme que he tocado increíbles Floridas,
Donde ojos de pantera con piel de hombre a flores
Se mezclan! ¡Y arcos iris bajo el confín marino,
Tensados como bridas para glaucos rebaños!

¡He visto fermentar vastas marismas, nasas
En donde un Leviatán entre aulagas se pudre!
¡Avalanchas de aguas en medio de bonanzas,
Distancias que se abisman como las cataratas!

¡Soles de plata, heleros, alas de nácar, cielos
De brasa! ¡Horribles pecios engolfados en simas
Donde enormes serpientes, comidas por las chinches,
Con negro aroma caen desde torcidos árboles!

Quisiera haber mostrado a los niños doradas
De agua azul, esos peces de oro que salmodian.
–La espuma en flor meció mis salidas de rada
Y vientos inefables me alaron por instantes.

A veces, mártir harto de polos y de zonas,
La mar cuyo sollozo mi vaivén suavizaba,
Me subía, de amarillas ventosas, sus corolas
Brunas, y, cual mujer, de hinojos me quedaba...

Penisla que columpia en sus riberas guano
Y querellas de pájaros chillones de ojos rubios,
Yo navegaba, mientras por mis frágiles zunchos
¡Ahogados con sueño andaban para atrás!

Así, barco perdido entre pelo de ancones,
Lanzado por la tromba en el éter sin aves,
Yo, a quien acorazados o veleros del Hansa
No le hubieran salvado el casco ebrio de agua;

Libre, humeante, envuelto en brumazón violeta,
Yo, que horadaba el cielo rojizo como un muro
Que sostiene, jalea exquisita gustada
Por el poeta, líquenes de sol, muermos de azur;

Que corría empañado de lúnulas eléctricas,
Loca tabla escoltada por negros hipocampos,
Cuando julio derrumba, a grandes garrotazos,
Cielos ultramarinos en ardientes embudos;

Que temblaba al oír, gimiendo en lontananza,
Los Behemots en celo y los densos Maelstroms,
Hilandero perpetuo de quietudes azules,
¡La Europa de los viejos parapetos, yo añoro!

¡He visto siderales archipiélagos, islas
Cuyo cielo en delirio se abre al bogavante!
–¿Son noches abisales en que exiliado duermes,
Oh tú, Vigor futuro, millón de aves áureas?–

¡Cierto: mucho he llorado! El alba es dolorosa.
Toda luna es terrible, y todo sol, amargo.
El agrio amor me hinchó de embriagantes torpores:
¡Que mi quilla reviente! ¡Que me hunda en la mar!

Si algún agua de Europa deseo, ésa es la charca
Helada y negra donde en tardes perfumadas
Un niño encuclillado, hondo en tristezas, suelta
Un barquito muy frágil, mariposa de mayo...

No puedo, marejada, inmerso en tu apatía,
Escoltar ya el aguaje del barco algodonero,
Ni traspasar orgullos de banderas y grímpolas,
Ni nadar a la vista atroz de los pontones.

Kartoffel

Os Coen galegos  estan preparando
o proximo acontecemento editorial

Leo Ferré





La mémoire et la mer 
Léo Ferré (1916-1993)

La marée, je l'ai dans le cœur
Qui me remonte comme un signe
Je meurs de ma petite sœur, de mon enfance et de mon cygne
Un bateau, ça dépend comment
On l'arrime au port de justesse
Il pleure de mon firmament
Des années lumières et j'en laisse
Je suis le fantôme jersey
Celui qui vient les soirs de frime
Te lancer la brume en baiser
Comme le trémail de juillet
Où luisait le loup solitaire
Celui que je voyais briller                  
Aux doigts de sable de la terre

Rappelle-toi ce chien de mer
Que nous libérions sur parole
Et qui gueule dans le désert
Des goémons de nécropole
Je suis sûr que la vie est là
Avec ses poumons de flanelle
Quand il pleure de ces temps là
Le froid tout gris qui nous appelle
Je me souviens des soirs là-bas
Et des sprints gagnés sur l'écume
Cette bave des cheveux ras
Au raz des rocs qui se consument
Ö l'ange des plaisirs perdus
Ö rumeurs d'une autre habitude
Mes désirs dès lors ne sont plus
Qu'un chagrin de ma solitude

Et le diable des soirs conquis
Avec ses pâleurs de rescousse
Et le squale des paradis
Dans le milieu mouillé de mousse
Reviens fille verte des fjords
Reviens violon des violonades
Dans le port fanfarent les cors
Pour le retour des camarades
Ö parfum rare des salants
Dans le poivre feu des gerçures
Quand j'allais, géométrisant,
Mon âme au creux de ta blessure
Dans le désordre de ton cul
Poissé dans des draps d'aube fine
Je voyais un vitrail de plus,
Et toi fille verte, mon spleen

Les coquillages figurant
Sous les sunlights cassés liquides
Jouent de la castagnette tans
Qu'on dirait l'Espagne livide
Dieux de granits, ayez pitié
De leur vocation de parure
Quand le couteau vient s'immiscer
Dans leur castagnette figure
Et je voyais ce qu'on pressent
Quand on pressent l'entrevoyure
Entre les persiennes du sang
Et que les globules figurent
Une mathématique bleue,
Sur cette mer jamais étale
D'où me remonte peu à peu
Cette mémoire des étoiles

Cette rumeur qui vient de là
Sous l'arc copain où je m'aveugle
Ces mains qui me font du fla-fla
Ces mains ruminantes qui meuglent
Cette rumeur me suit longtemps
Comme un mendiant sous l'anathème
Comme l'ombre qui perd son temps
À dessiner mon théorème
Et sous mon maquillage roux
S'en vient battre comme une porte
Cette rumeur qui va debout
Dans la rue, aux musiques mortes
C'est fini, la mer, c'est fini
Sur la plage, le sable bêle
Comme des moutons d'infini...
Quand la mer bergère m'appelle

Os Coen Galegos

Museo do mar A Guarda

sábado, 19 de febrero de 2011

El Corbiro


EL PECIO DE BAÑUGUES




Desde hace tiempo, viene siendo leyenda popular que en Bañugues se encontraban los restos de un navío naufragado. Se han oído historias de buceadores que han encontrado balas de cañón en el fondo marino. Las indagaciones apuntaban a la roca de El Corbiro como un topónimo local referente al navío hundido, al igual que está documentado en la “Costa da Morte” con el navío “Serpent” y la roca que lleva su nombre. Esta inquietud fue la que llevó a investigar este resto arqueológico. Con la ayuda de Javier Fernández, patrón de cabotaje, las pesquisas se dirigieron a buscar información sobre esta roca. Se encontró un listado de barcos hundidos en las inmediaciones del Cabo Peñas, señalándose entre ellos al “pecio de Bañugues”. Se vio asimismo que estos restos habían sido estudiados por los trabajos arqueológicos que en 1992 publicó en unas jornadas de arqueología subacuática Jose Adolfo Rodríguez Asensio.
Para elaborar el siguiente trabajo, se ha utilizado este estudio como guía a la hora de iniciar las pesquisas, que condujeron en primer lugar a la iglesia de San Nicolás de Bañugues donde se guarda en su archivo el texto original del libro parroquial llevado por Francisco Morán Labandera, donde en junio de 1698 registró este accidente. Transcribimos en primer lugar en este trabajo el texto obtenido. En segundo lugar, hacemos un breve resumen de los resultados de las campañas arqueológicas llevadas a cabo en el Pecio de Bañugues.
La intención del presente trabajo es ofrecer una reconstrucción de los hechos, así como ofrecer nuestras propias hipótesis a la luz de los datos extraídos de estos documentos, así como de la consulta de la meteorología, régimen de mareas, geografía y particularidades de la zona.

TRANSCRIPCIÓN DEL ACTA PARROQUIAL

“Sigo Yo, Francisco Morán Lavandera, cura fixo propio de la parroquia de San Nicolás de Bañugues, que el miércoles que se consta [...] de este presente mes de junio al amanecer el día, llegó a mi casa María García, mujer de Toribio Menéndez a decir que en la ribera de Bañugues de este dicho lugar, quedaban hombres muertos de un nabio que había en la costa en la peña de el Corbero, según le habían dicho unos marineros que abían salido a nado. Con cuyas noticias salí de mi casa y llebe conmigo dos ombres y inbie a llamar la justicia que por ser aquí becino llego luego, con cuya asistencia pasé a recorrer dicha ribera et allamos un hombre muerto el qual estaba solo la camisa y calzoncillos de lienzo delgado y unas medias de Inglaterra fina color franciscano. Este era un hombre grueso y color blanco de mediana estatura, pelo roxo y greño no muy largo, y preguntando a un marinero que allamos en el cabildo de dicha yglesia si lo conocía dijo ser el condestable de el nabío, y después inbié a llamar los otros dos que estaban en el lugar. Vino uno de ellos diciendo que el que faltaba no podía venir por allarse maltratado de los golpes de las peñas, y abiendo el que llegó el dicho cadaber dijo ser el condestable que decía su compañero, si bien que habiéndose juntado los dos tres volvieron a decir era [...] nuestro nabío, al que enterré en dicha Yglesia.
Y luego este día allé otro cadáver en dicha ribera, desnudo en cannes y ensenandole a los tres dijeron era el capitan de dicho nabío y le enterré asimismo en nuestra iglesia. Y de allí a dos oras poco mas o menos alle otro cadáver que dijeron ansimismo ser el contramaestro. Y otro dia alle otros dos cadáveres, que el uno benia vestido con una almilla encasinada descarlatina y parte de un juboncillo de raso y unas medias de mezcla azules blancas y negras, muchacho de mediana estatura algo moreno, y dijeron ser un sobrino de un indiano de Santander, y el otro solo traya camisa y calzonzillos, y digeron ser un criado de el y [...] de el indiano de Santander, y para que conste lo firmo en lo [...] dia mes y año arriba [...]”.
(Firma del cura párroco)
(Folio siguiente)
“Y asimismo el dia diez y siete de este mes alle otros dos cadáveres desnudos y maltratados los quales enterre y por ver [...]”.
(Firma del párroco)
(Párrafo siguiente)
“Y asi mismo el biernes que se consta son veintisiete de este presente mes, alle otros dos cadaberes desnudos, los quales enterré, y por verdad lo firmo [...] dia mes y año arriba [...]”.
(Firma del párroco)
(Párrafo siguiente)
“Y así mismo oy domingo [...] de este dicho mes alle otro cadaber bestido conun calzon de frisa color amusco y un jubón encannado y unas medias de lana gruesas y una angarina de paño rojo y al cuello una bolsita con algunas reliquias de raso y un cordoncillo de seda azul. Ombre grueso y alto al cual enterré, y por verdad [...]”.
(Firma del párroco)
(Párrafo siguiente)
“Y asimismo el dia alle otros dos cadaberes desnudos y maltratados, y esto fue el dia [...] de julio, los cuales enterre y por verda lo firmo en lo [...]”.
(Firma del párroco)

Lluar na Lubre Raqueiros

03 Raqueiros

Música: ALBERTO GAMBINO.

También llamados "Piratas de Tierra" estos hombres provocaban naufragios con el fin de apoderarse de las mercancías de los barcos. Su modo de operar era sencillo: en las noches de temporal soltaban ganado en las orillas, con candiles o antorchas prendidos en los cuernos creando falsas referencias. Con estas luces en movimiento los barcos variaban su rumbo encontrando, casi siempre, las rocas de nuestro escarpado litoral, que terminaba de provocar el desastre…
¿Leyenda o realidad?  


             

Robert Surcouf (Saint-Malo)
Tras mi visita a la ciudad Bretona de St. Malo me interesé por saber toda la historia que rodea a esta ciudad ya que según parece es la única ciudad francesa donde en el Hotel de la Ville (Ayuntamiento) ondea la bandera de la ciudad por encima de la bandera francesa. El personaje histórico de St Malo es Robert Surcouf (Saint-Malo, diciembre de 1773 - 8 de julio de 1827) que fue un corsario francés al servicio de Napoleón I.
Fue famoso por enfrentarse al bloqueo continental inglés y por la captura de 47 naves. En 1815 se le nombró coronel de la Guardia Nacional en su población natal, y llevó a cabo expediciones a Angola y Zanzíbar. Los ingleses consiguieron detenerlo, pero en 1817 escapó y regresó al ducado de Bretaña, donde alcanzó el título de barón.
Era reconocido por su galantería y caballerosidad, por lo que fue apodado Roi des Corsaires o rey de los corsarios. Sin embargo, se dedicó con ahínco al lucrativo negocio del tráfico de esclavos, incluso tras la abolición de la esclavitud por la República.
La Armada francesa bautizó como Surcouf a cinco de sus navíos en su honor.
Y, ¿que son los corsarios? (del latín cursus ['carrera']) era el nombre que se concedía a los navegantes que, en virtud del permiso concedido por un gobierno en una carta de marca o patente de corso, capturaban y saqueaban el tráficomercante de las naciones enemigas de ese gobierno.
La actividad de corsario es tan antigua como la navegación. Nació en el Mediterráneo y se remonta a los tiempos homéricos, pero es a partir del siglo XVI, y sobre todo en América, donde adquiere nuevas modalidades, un carácter legendario y nombres que se han hecho muy famosos.
Con frecuencia se suelen emplear distintos nombres para señalar actividades diversas de piratería. Por pirata solía designarse al ladrón que robaba en cualquier mar. Corsario, sin embargo, era aquel pirata que robaba en una embarcación armada, con patente o permiso de su gobierno (carta de marca o patente de corso).
Durante las edades antigua y media, los estados, al carecer de flotas militares, tenían que recurrir a las naves de particulares, los cuales actuaban legalmente atacando a los enemigos y beneficiándose de las riquezas obtenidas. Hasta fines del siglo XVIII, la actividad de corso no empezó a ser condenada.
Otra modalidad de piratería era la ejercida por los bucaneros, inicialmente una especie de aventureros europeos, bastante salvajes, que robaban reses y cerdos en la isla de Santo Domingo y los vendían después a los barcos que atravesaban la zona. Posteriormente se transformaron en feroces piratas. Por último, también se habla del filibustero, nombre dado a ciertos piratas del siglo XVII en las Antillas que lucharon por la emancipación de los dominios españoles de ultramar.
Bucaneros y filibusteros deben mucho a la obra de Alexandre Olivier Oexmelin (o Exquemelin) titulada Bucaneros de América, publicada en Amsterdam, en 1678, reimpresa muchas veces y traducida a varias lenguas. Por ella conocemos a muchos personajes legendarios. Andando el tiempo, las islas de la Tortuga y de Jamaica se convirtieron en importantes fortines y almacenes de bucaneros y filibusteros, entrando también en la leyenda.
Los piratas y corsarios perturbaron gravemente la navegación española a las Indias desde el comienzo, y solían intensificar su actividad en tiempos de guerra. Entre 1520 y 1559 predominaron los piratas y corsarios franceses (en 1522, el corsario francés Jean Florin se apoderó del tesoro de Moctezuma enviado por Hernán Cortés al emperador Carlos V). De 1560 a 1648, fueron los corsarios ingleses y holandeses, con personajes como Jacques Sore, François Le Clec, 'Pie de Palo', los Hawkins (William y su hijo John), y Francis Drake, protegido de la reina Isabel I de Inglaterra. Durante el siglo XVII, cabe recordar a Bartolomé Portugués, Rock Brasiliano, Francisco l'Olonais, Lorencillo y Henry John Morgan. Cuando la Corona española quería proteger la flota de las Indias que transportaba los tesoros americanos, organizaba unos convoyes bien defendidos contra los que no se atrevían los corsarios. Pero, generalmente, los particulares solían incumplir las ordenanzas de seguridad y sufrían a veces asaltos y extorsiones. Las zonas más vulnerables del Atlántico y en las que solían atacar los corsarios eran los aledaños del Caribe y, al llegar a Europa, la zona comprendida entre las Azores y el golfo de Cádiz.

Saint Malo Ubicación : 48°38'53?N 2°00'27?W

Saint-Malo (Saent-Malo en galó y Sant-Maloù en bretón) es municipio del departamento de Ille-et-Vilaine, en Bretaña (Francia). Situada cerca del canal de la Mancha en la desembocadura del río Rance es una ciudad amurallada de gran valor histórico, además de ser un centro turístico, zona portuaria y terminal del ferry que la comunica con Portsmouth (Gran Bretaña). Se encuentra junto a la D-355 entre Dinard (12 Km.) y Cancale (14 Km.), a 23 Km. de Dinan, 65 Km. de Cap Fréhel, 69 Km. de Rennes, 160 Km. de Lannion y a 330 Km. de La Rochelle. Es conocida como la ciudad corsaria. Sus habitantes no se consideran ni franceses ni bretones, sino de Saint-Malo, por lo que se denominas los Malouins.
En 1967, las ciudades vecinas de Servan y Paramé quedaron incorporadas al moderno Saint-Malo. Aunque esta ciudad data del siglo VI, la mayor parte de sus edificios son réplicas modernas de los originales, construidos durante la década de 1950, al ser destruidos por completo durante la II Guerra Mundial. Saint-Malo fue centro de operaciones durante la ocupación alemana de Francia en la II Guerra Mundial, y en la que las fuerzas alemanas resistieron de forma tenaz los ataques de los aliados en agosto de 1944, lo que provocó su bombardeo hasta su rendición.
La ciudad cuenta con una importante historia naval que se desarrolla en torno a su puerto. Aquí nacieron marinos tan famosos como Jacques Cartier (1491-1557) y René Duguay-Trouin (1673-1736). Hoy la ciudad es básicamente industrial y el puerto da cobijo a la flota atlántica de pesca de bacalao, además de ser un alto en el trayecto de varios cruceros turísticos. Saint-Malo proviene del nombre de un santo galés, Maclou o Malo, quien vivió aquí en el siglo VI y fue además el primer obispo de Aleth (hoy Saint Servan). La ciudad tuvo su último arzobispo en el siglo XVIII. Con una población de 53.000 habitantes recibe casi 200000 turistas en verano.
Podemos ver en St. Malo el FORT NATIONAL que f ue construido en 1689 por Garangeau de acuerdo con los planos de Vauban, sobre un pequeño islote que se encuentra cerca de la orilla.  Se puede acceder andando cuando baja la marea.
Garangeau también construyó otros fuertes sobre islotes próximos (Fort du Petit Bé, Fort de la Conchée ...) haciendo así que las entradas del puerto resultaran imposibles de tomar.
TORREÓN DEL HOMENAJE, Se encuentra junto a la Porte St. Vicent y fue construido en el S.XV con forma de herradura. Es conocida como la "Gran Torre del Homenaje del Duque Jean V".
Pertenece al castillo construido por los Duques de Bretaña y en 1590 fue asediado por los habitantes de la ciudad, declarándose "República independiente" durante cuatro años.  La ciudad que se encuentra en el interior amurallado se llama "Intramuros".
Verdaderamente merece la pena visitar esta ciudad.